Crea tu cartera de valores con sólo 3 instrumentos
Hacia la libertad financiera: fondos indexados para todos - Parte 3
En los anteriores artículos (Parte 1 y Parte 2) vimos qué productos financieros han dado mejores rendimientos históricamente. También se justificó el porqué la bolsa tiene mayores rendimientos que la renta fija. La idea de este tercer artículo será llevar a la práctica todo esto y construir nuestra primera cartera de ETFs indexados. ¡Vamos a por ello!
Como primera aproximación utilizaremos la herramienta web gratuita Portfolio Visualizer. Para ello iremos a la sección de Backtest Portfolio y haremos click en Backtest Asset Allocation.
Figura 1. Opción a seleccionar en
https://www.portfoliovisualizer.com/
Nos aparecerán varios menús desplegables, seleccionaremos los valores que se muestran en la Figura 2. A continuación, explicamos a grandes rasgos las opciones que hemos seleccionado:
Start and End Year: periodo temporal en el que queremos analizar nuestras carteras.
Initial Amount: cantidad inicial invertida.
Cashflows: se especifica si haremos ingresos o retiros en la cartera. Aquí asumiremos que invertimos 10.000 dólares iniciales y no volveremos a ingresar o retirar de la cuenta.
Rebalancing: definiremos unas bandas de rebalanceo con un margen del 5%. Ahondaremos más en esta parte a lo largo del pŕoximo artículo.
Leverage: asumiremos que no nos apalancamos.
Benchmark: utilizaremos el fondo Vanguard 500 Index Investor como referencia comparativa de nuestras carteras.
Portfolio #1: será una cartera compuesta por 50% bolsa de EE. UU., 30% bonos a largo plazo y un 20% de oro.
Portfolio #2: será una cartera compuesta por 60% bolsa de EE. UU., 20% bonos a largo plazo y un 20% de oro.
A continuación, le damos al botón Analyze Portfolios y nos mostrará los resultados de ambas carteras. En la Figura 3 podéis ver una comparativa de las carteras junto con la referencia del fondo de Vanguard. Desglosamos paso a paso estos resultados.
Figura 2. Opciones a seleccionar para analizar la cartera.
Figura 3. Resultados obtenidos en cada cartera y su índice de referencia.
Lo primero que observamos es que tras 34 años la cartera ha multiplicado por 15 el valor inicial. Pero vayamos más al detalle. Si miramos el Final Balance veremos cuánto capital tendríamos tras 34 años. Si ponemos el ratón encima del símbolo de información veremos el resultado ajustado por la inflación. Esto es muy importante, como bien sabéis, la inflación tiene una tendencia creciente por lo que un euro hace 20 años tenía más valor que ahora. Por eso, todos los resultados finales hay que ajustarlos por inflación, para poder obtener el beneficio real. Os ponemos un ejemplo, si yo este año gano un 10% a mi inversión pero la inflación sube otro 10% entonces realmente no he ganado poder adquisitivo. Esto es, a final de año podré comprar lo mismo que a principio de año dado que ahora los bienes están un 10% más caros. Por ese motivo hay que analizar los resultados ajustados por inflación y saber cómo protegerse (Protégete a la inflación). El beneficio real de cada cartera tras sustraer la inflación es (podéis verlo clicando en el símbolo de la información):
Portfolio 1: 63.428 $
Portfolio 2: 72.844 $
Vanguard 500 Index Investor: 108.798 $
También podéis ver el CAGR que simplemente es la tasa de crecimiento anual compuesta, esto es, asumiendo que reinvertimos los beneficios lo cual es cierto dado que no retiramos dinero durante todo el periodo. El CAGR ajustado por inflación es:
Portfolio 1: 5.57%
Portfolio 2: 6.00%
Vanguard 500 Index Investor: 7.25%
Esto es, el que menos nos ha dado históricamente un beneficio del 5.57% anual, no está nada mal. Otro aspecto importante es medir la variación de los resultados. Intuitivamente sabemos que no todos los años ganaremos un 5.57%. Habrá años que ganaremos más y otros que menos pero el resultado final será equivalente a ganar un 5.57% cada año. Para medir esa variación se utiliza la desviación típica, Stdev. Si la variación es muy grande implica que nuestra cartera es muy volátil. Por otro lado, también tenemos métricas como qué rendimiento hemos obtenido en el mejor año (Best Year) y cuánto en el peor (Worst Year) además de la mayor caída que ha tenido la cartera (si hacéis click en el símbolo de información os detalla el periodo, en general será durante la crisis del 2008).
Ahora queda analizar los resultados de cada cartera. A simple vista podría parecer que lo mejor es invertir todo el dinero en el SP500 (aquí representado por el fondo Vanguard 500 Index Investor) ya que es lo que más beneficio ha dado. Pero, ¿es esto cierto? La realidad es que no. Una cartera con el 100% en el SP500 da más beneficios a largo plazo pero también implica exponerse a mucho más riesgo. De hecho, lo inteligente sería comprobar qué cartera da mejor rendimiento ponderado por el riesgo que asume. Para esto existe una métrica muy conocida denominada Sharpe Ratio. Esta métrica cuánto más alta sea mejor dado que implica que se obtiene un mayor beneficio a menor riesgo. A grandes rasgos se puede aproximar como
CAGR descontando inflación / Stdev
Por ejemplo, para la primera cartera se obtendría 5.57/8.96 = 0.62, que es similar al 0.65 que nos da la tabla.
Si comparamos las carteras bajo esta métrica observamos que: ¡la mejor cartera sería la primera! Sí, en este caso la cartera que menos beneficios da es al mismo tiempo el más eficiente dado que obtiene mayores ingresos en proporción al riesgo que asume. Comprender esto es de vital importancia. Es común escuchar lo típico de: “invierte en X producto porque ha dado un Y% de rendimiento”. Bien, esta frase no sirve de nada si no tenemos en cuenta el riesgo que implica el producto. Por eso siempre tenéis que meter en la ecuación el riesgo. De hecho, esta es una de las razones por las que meter el 100% de vuestra cartera en bolsa no es óptimo, dado que la relación rendimiento vs riesgo (el ratio Sharpe) no es tan buena. Podéis encontrar un análisis más detallado sobre esto en Why not 100% Equities.
Por último, vamos a tratar la cuestión de qué porcentaje tiene que representar cada activo de nuestra cartera. El peso de cada activo tiene que tener en cuenta la volatilidad y el rendimiento histórico. En general, cuánto más volátil es un producto menos capital queremos invertir. Lo explicaremos con un sencillo ejemplo, imaginemos que invertimos el 50% de nuestro capital en bonos y el otro 50% del capital en Bitcoin. ¿Qué producto será más volátil? Está claro que ahora mismo la criptomoneda. El problema es que el rendimiento de nuestra cartera va a estar dominado principalmente por la criptomoneda dado que su precio va a variar mucho más que el de un bono. En este caso nuestra cartera no estaría bien equilibrada. Por tanto, en regla general tenemos:
Cuánto más volátil es un producto de nuestra cartera menos capital invertiremos en él.
Cuánto mejor rendimiento histórico tiene un producto mayor capital invertiremos en él.
Por tanto, en general una relación 50% renta variable (bolsa), 30% renta fija y 20% oro suele ser una buena opción.
Lo dejamos aquí por hoy. En el próximo y último artículo de esta serie entraremos en los detalles de cómo rebalancear nuestra cartera y cómo obtenerlo con productos que podéis encontrar en Degiro. ¡Hasta la próxima!