Instrumentos financieros: ¿Qué riesgos tienen?
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En este segundo artículo vamos a hablar de qué tipos de riesgos tiene un producto financiero y cuáles de esos riesgos son recompensados por el mercado.
Como vimos en el primer artículo, históricamente la bolsa y los bonos de EE. UU. han tenido un rendimiento positivo a largo plazo. El motivo es que los inversores están haciendo algo útil para el mercado, esto es, asumen un riesgo a cambio de que las empresas o los estados se puedan financiar a menor coste. Además, también se vio que el índice de la renta variable de EE. UU. (por ejemplo el SP500) tiene un mejor rendimiento que un índice de bonos. La razón principal de esto es que la renta variable tiene mayor incertidumbre implícita lo cual se recompensa con un descuento en el precio.
La pregunta fundamental que nos surge es: ¿por qué los productos de renta variable tienen más incertidumbre que los bonos? La respuesta se debe a que la renta variable está expuesta a más riesgos que los bonos. Para convencerte de esto vamos a enumerar los riesgos de cada uno de los productos.
Para el bono tenemos que los riesgos son:
Impago: depende del estado este riesgo puede ser casi despreciable (p.e. EE. UU.) dado que en el peor de los casos podrían simplemente imprimir más dinero para pagar las deudas. Sin embargo, nunca hay que dar esto por hecho dado que en los últimos años se ha visto cómo las letras de EE. UU. subieron su rentabilidad debido al riesgo de impago por el debt ceiling.
Aumento de la inflación: si aumenta la inflación el valor del dinero disminuirá. Por tanto, un aumento de la inflación disminuirá el valor de los bonos, especialmente los de largo plazo.
Contracción monetaria: durante estos periodos los bancos centrales suben los tipos de interés para ralentizar la economía. Entonces, el Tesoro emitirá deuda a mayor interés por lo que nuestro bono perderá valor.
Por otro lado, para la renta variable/bolsa tenemos los siguientes riesgos:
Impago: la empresa podría quebrar en el peor de los casos.
Aumento de la inflación: En general, a la bolsa como conjunto le ocurre lo mismo que a los bonos. Esto es, los dividendos pierden valor. Pero es importante saber que hay ciertas empresas que se benefician de un aumento de la inflación (p.e. empresas de minería).
Subida de tipos: por norma general, los inversores irán hacia los bonos con un alto interés en vez de comprar bolsa. Esto tiene excepciones como el entorno actual donde nos encontramos en un ciclo de tipos de interés altos y el SP500 en máximos históricos. En el caso actual los inversores se están manteniendo fieles a las empresas que representan una gran capitalización (las tecnológicas como NVIDIA, Microsoft, etc.) y están dejando de lado a empresas con menor capitalización. De hecho, gran parte de las subidas recientes del SP500 se deben a las tecnológicas que tienen menor dependencia de la financiación.
Ciclo económico: el valor de la bolsa depende mucho del ciclo económico en el que estemos. Por norma general, una recesión influye negativamente en la bolsa dado que las empresas venderán menos y generarán menor beneficio.
Política: las empresas se pueden ver beneficiadas o afectadas por nuevas leyes que cambien las reglas de su negocio o les obliguen a pagar mayores impuestos.
Liquidez: dada la gran variedad de empresas que cotizan en bolsa no todas ellas generan el mismo interés. Por eso, las empresas menos populares no tienen tanta liquidez en los exchanges y en una situación de gran volatilidad podemos vernos forzados a vender una acción a un muy mal precio dado que no encontramos comprador.
Comparando ambas listas nos queda claro que la renta variable está expuesta a un número mayor de riesgos, de ahí que su valor real tenga más incertidumbre y que esto se descuente en su precio para que sean más atractivos. Además, los riesgos de la renta variable son más complicados de cubrir y en algunos hasta complicados de cuantificar (por ejemplo nacionalizaciones de empresas).
Pero no podemos quedarnos aquí y tener solo en cuenta el riesgo de cada producto. El siguiente paso es ver cómo se relaciona el riesgo de un producto con los riesgos que tenemos en el resto de nuestra cartera. Por ello es importante estudiar si nuestra cartera final está bien diversificada. O dicho de otro modo, si no tenemos demasiada exposición a un riesgo concreto. ¿Por qué es importante todo esto? Porque como inversores tenemos que tener en cuenta que ciertos riesgos serán recompensados por el mercado mientras otros no. Por ejemplo, si en tu cartera tienes muchas acciones de un sector industrial concreto este riesgo no se te va a recompensar dado que es una decisión personal que has tomado. De hecho podrías haberla evitado diversificando más tu cartera. De aquí surge una lección interesante: exponte sólamente a riesgos que estén recompensados. Aumentar el riesgo teniendo una cartera poco diversificada o muy volátil no es un riesgo que se te vaya a recompensar. Por ello, es más inteligente tener una cartera diversificada con acciones y bonos.
Por último, vamos a analizar brevemente qué instrumentos tiene que tener toda cartera bien diversificada. Por lo visto anteriormente nos queda claro que tenemos que tener renta variable y renta fija. Pero el escenario de subida de inflación y tipos nos afectaría a ambos productos (nótese que hablamos de índices de renta variable y fija diversificados que representan un conjunto amplio). Por ello, es útil añadir un tercer producto que palie las pérdidas en estos casos. Históricamente, el producto que aumenta en valor cuando la inflación sube es el oro. Por tanto, también nos interesa añadir algo de oro a nuestra cartera. Resumiendo, nuestros productos se comportarán de esta manera en los distintos escenarios:
Periodo de inflación alta seguido por una subida de tipos realizada por los bancos centrales:
Los bonos reducen su valor
La bolsa reduce su valor pero no tanto como los bonos
El oro aumenta en valor
Periodo de inflación baja seguido por una bajada de tipos realizada por los bancos centrales:
Los bonos aumentan su valor
La bolsa aumentan su valor pero no tanto como los bonos
El oro reduce su valor
Economía en crecimiento:
Los bonos reducen su valor
La bolsa aumentan su valor
El oro no se ve muy afectado
Economía en recesión:
Los bonos aumentan su valor
La bolsa decrementan su valor
El oro no se ve muy afectado
En los cuatro escenarios vemos que nunca van todos los productos en la misma dirección. Esto es síntoma de que la cartera está equilibrada y diversificada.
Paramos aquí esta segunda parte de la serie de artículos que hemos preparado. Ha sido un tema extenso pero espero que hayáis podido aprender nuevas cosas. En el tercer artículo empezaremos a analizar el rendimiento de carteras concretas y te daremos todas las herramientas para que tú mismo puedas analizar las tuyas propias. ¡Nos vemos!